Año Jubilar de la Misericordia

27 de abril de 2012

Escuela de catequistas de Pontedeume

El pasado sábado, 21 de abril, tuvimos la dicha de participar en otra sesión formativa sobre la Biblia. Comenzamos manifestando el gozo de la Resurrección con un canto-oración, “Hoy el Señor resucitó”, cantando de manera vibrante y muy sentida.

El tema de formación de hoy era complicado –según Luis Miguel y Manuela el que más dificultad había tenido- y no era para menos, en el tiempo de la Iglesia (después de estudiar los Hechos y las Cartas) íbamos a trabajar el Apocalipsis.

Comenzamos señalando que Apocalipsis significa: Revelación y que es el único profético del Nuevo Testamento.


Y ya se nos adelantó su finalidad: "Quiere revelar el significado de la historia, de los acontecimientos que están pasando en la vida del hombre, de la Iglesia y del mundo" y que en él  domina la idea de la segunda venida de Cristo (cf. 1, 1 y 7; I Pedro 1, 7 y 13).

Y nos detuvimos especialmente en la finalidad de  consolar a los cristianos en las continuas persecuciones que los amenazaban (2, 9), despertar en ellos "la bienaventurada esperanza" (Tito 2, 13): la espera del “Gran día de Yahvé” y de  preservar a las Iglesias de las doctrinas falsas de varios herejes que se habían introducido. (2, 6; 2, 1)

Después nos acercamos a su autor, Juan, siervo de Dios (1, 2) y a la fecha de publicación hacia el año 96. Se escribe en un momento de violentas persecuciones en contra de la Iglesia naciente.

Para comprenderlo en profundidad analizamos lo que era el género literario apocalíptico y su característica fundamental: el simbolismo.


Realizamos un recorrido por los símbolos más significativos: de animales, de astros, de colores, de plantas, de personajes… leyendo cada uno de los símbolos en el texto y comentando su significado.

Terminamos dialogando sobre diferentes dificultades que encontramos en su lectura. Y como no con la invitación a leerlo y orarlo.

Y después la consabido convivencia en torno al roscón, el café y a las experiencias personales,  especialmente las vivencias de la Pascua. D. José Ramón, como siempre animando a la participación, sugirió la presencia de Eugenio González para la próxima reunión del 19 de mayo, los asistentes acogieron esta propuesta con entusiasmo y aunque conscientes de las plurales ocupaciones de Eugenio piensan que puede hacerse presente para hablar de cómo llevar la Palabra de Dios a la vida. ¡Le esperamos!