Un reino entre espinas
Jn 18,33b-37
Jesús es rey de un reino
que nace entre espinas y no entre laureles.
- Un reino que se aleja del poder para hacer grandes a los pequeños.
- Un reino que no es de este mundo pero que va a transformar todo lo creado.
- Un reino que se conjuga con el verbo servir.
- Un reino que es paz, justicia, reconciliación. Un reino que tiene como ley la fraternidad.
La fiesta de Cristo Rey marca, también, el final del año litúrgico, porque nos recuerda el triunfo de Nuestro Señor al final de los tiempos. Tiene, pues, un sentido finalista, pero alegre. Ha sido el evangelista San Marcos quien nos ha acompañado en los relatos evangélicos dominicales de este Ciclo B que ya termina.
El próximo domingo iniciamos el Adviento, tiempo de espera y de esperanza, y con ello se comienza un nuevo Ciclo, el C; en el que será San Lucas nuestro acompañante por las paginas, siempre bellas, de la Vida de Jesús.
Al terminar el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey, revisamos nuestro tiempo y nuestra vida para estar en la onda del Reino de la entrega y de la donación.
Que trabajemos por su reino: un reino de paz, de justicia, de verdad y de hermanos. ¿Lo haremos posible? ¿Nos dejaremos llevar –como siervos suyos- por el Rey Jesús?
Finalmente, seguimos rezando por las víctimas de los atentados de París, por sus familias y por tantos que mueren en nuestro mundo en el más absoluto anonimato.
El próximo domingo iniciamos el Adviento, tiempo de espera y de esperanza, y con ello se comienza un nuevo Ciclo, el C; en el que será San Lucas nuestro acompañante por las paginas, siempre bellas, de la Vida de Jesús.
Al terminar el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey, revisamos nuestro tiempo y nuestra vida para estar en la onda del Reino de la entrega y de la donación.
Que trabajemos por su reino: un reino de paz, de justicia, de verdad y de hermanos. ¿Lo haremos posible? ¿Nos dejaremos llevar –como siervos suyos- por el Rey Jesús?
Finalmente, seguimos rezando por las víctimas de los atentados de París, por sus familias y por tantos que mueren en nuestro mundo en el más absoluto anonimato.
Que Cristo, Rey de Amor, acoja a todos en su Reino, en su regazo de ternura y misericordia.
Dibujo: Patxi Velasco FANO
Texto: Fernando Cordero ss.cc.
Texto: Fernando Cordero ss.cc.