Año Jubilar de la Misericordia

26 de junio de 2013

La Eucaristía del Domingo

ACOGIDA
Hermanos y hermanas:
La Palabra de Dios nos habla hoy de la libertad y del peligro de caer en diversas esclavitudes.
Nos habla también de la llamada que Dios hace para que seamos sus mensajeros. Hay quien deja todo lo que posee: bienes, profesión para vivir con alegría el Evangelio de Jesús y comunicar la Buena Noticia a los demás.
Necesitamos experimentar que el Señor está junto a nosotros; él es quien da sentido a nuestra vida, él nuestra fuerza y esperanza. Merece la pena ponerse en camino libremente, sin poner excusas, sin mirar atrás. Así se lo pedimos en esta celebración.

PERDÓN
Porque no siempre estamos dispuestos a seguir a Jesús, libremente, sin egoísmos, miedos, violencias, pedimos perdón.
-Jesús, tú que no quieres que actuemos con violencia ni odio. Señor, ten piedad.
-Jesús, tú que nos llamas a seguirte para vivir la verdadera libertad de los hijos de Dios. Cristo, ten piedad.
-Jesús, tú que quieres que avancemos por tu camino sin echar la mirada atrás. Señor, ten piedad.
Dios misericordioso, perdona nuestros pecados y llévanos a la vida plena. Amén.

PETICIONES
 Unidos en la oración al Padre de todos, le hacemos presente nuestras necesidades.
Decimos: -Te lo pedimos, Señor.
1- Para que en la Iglesia sepamos ver los signos de los tiempos y crezcamos en fidelidad a las personas y al Evangelio. Oremos.
2- Para que los cristianos descubramos la grandeza de seguir a Jesús, no anteponiendo nada a su persona ni a su mensaje. Oremos.
3- Para que, viviendo como personas libres, ayudemos a otros a superar las esclavitudes que les hunden en la desesperanza. Oremos.
4- Para que nuestra comunidad parroquial haga frente a las dificultades que nacen de anunciar el Evangelio, y lo haga confiando en que Dios nunca nos abandona. Oremos.
5- Para que las dificultades que nacen de vivir el Evangelio no nos venzan nunca, y cada día reiniciemos el camino. Oremos.
6- Por los que estos días reciben por primera vez a Cristo en la Eucaristía, por los que han recibido el sacramento de la confirmación, para que sigan siempre la llamada de Cristo dejando atrás aquello que se lo impide. Oremos.
 Ayúdanos a seguirte, Señor, pues Tú eres el Camino, el que tiene Palabras de Vida eterna. Y vives y reinas...          

OFRENDAS
1. Con este CARTEL con la frase “Te seguiré Jesús DE JESÚS” (o unas sandalias) queremos decirte gracias por llamarnos. Cuenta con nosotros, Jesús, para realizar la misión que nos encomiendas hoy de llevar a todos tu Palabra, tu amor, tu esperanza. Que nunca falten tampoco vocaciones sacerdotales y consagradas que sean tu voz, tus manos y tu palabra entre nosotros.
2. Las cadenas son las EXCUSAS que ponemos para seguirte, las esclavitudes que nos retienen y que nos echan atrás a la hora de seguirte, el mirar atrás y añorar lo que dejamos sin valorar la felicidad que tú nos das.
3. Traemos hasta el altar el PAN Y EL VINO. Queremos, Señor seguirte, llévanos de tu mano, así no miraremos atrás ni tendremos miedo. Sabemos que no vamos solos, contamos contigo que nos acompañas.  Llevamos tu fuerza, ternura y amor.