Escuela de catequistas de Larín
El pasado viernes, día 24, celebramos la clausura de la Escuela de catequista de este año. Comenzamos con la oración del Magníficat, en los que dimos gracias a Dios por lo que significa María en nuestra vida y en la Iglesia, reconocimos también las maravillas que el Señor sigue obrando en su Iglesia y en nosotros.
Seguidamente dialogamos sobre el Sínodo, sobre la convocatoria por parte de nuestro Arzobispo y la invitación que nos hace a participar activamente en él y a sentirnos corresponsables de la vida diocesana. Igualmente nos hicimos conscientes de la importancia que este acontecimiento representa y las actitudes que debemos despertar en nosotros: escucha, fidelidad, participación,…
A continuación los catequistas hicimos entrega a D. Jacinto Collazo de un pequeño obsequio como agradecimiento por los desvelos e ilusión con que cuida a sus catequistas. Y en línea con esta esmerada atención nos invitó a compartir la cena en el restaurante cercano a su parroquia de Monteagudo.
Antes del momento de fraternidad en torno a la mesa, visitamos el templo parroquial, admiramos su bellísima arquitectura románica (con un ábside espectacular) y contemplamos las delicadas imágenes de Santo Tomás, la Virgen de la Estrella, Santa Lucía, San Antonio,… y apreciamos los planes que tiene para restaurar el Sagrario y parte del templo.
Después de la cena nos despedimos con un deseo común: volver a encontrarnos el próximo año.