Año Jubilar de la Misericordia

3 de noviembre de 2015

10 rasgos del catequista testigo del Señor

Hace unas semanas publicábamos en este blog las palabras donde el papa nos invitaba a ser catequistas testigos de la misericordia de Dios.

Recientemente, la Conferencia Episcopal Española publicaba un nuevo catecismo de post-comunión, "Testigos del Señor". 

Se trata e un catecismo para el crecimiento en la fe, recoge la fe de la Iglesia y la presenta de una manera accesible a los niños y adolescentes de entre 10 y 14 años, que son sus principales destinatarios. Su objetivo es ser un instrumento que dé continuidad a la catequesis después de la Primera Comunión; que se utilice en la preparación del sacramento de la Confirmación y que, dee esta manera, ayude a profundizar en la fe.

“TESTIGOS DEL SEÑOR” ES UN CATECISMO CENTRADO EN EL MISTERIO DE CRISTO, QUE LA IGLESIA CELEBRA DE UN MODO SINGULAR EN LA VIGILIA PASCUAL.

Más allá de la grandísima ayuda que este catecismo nos puede proporcionar a nosotros, catequistas, la clave por la cual los catequizandos de estas edades podrán llegar a ser testigos alegres del Señor se encuentra en que los catequistas, a su vez, seamos testigos creíbles de la fe. Pero:

  • ¿Qué significa ser testigo del Señor?
  • ¿Qué características debe tener un catequista testigo?
La diócesis de Cádiz-Ceuta, teniendo de fondo este catecismo nos da algunos puntos para entender nuestro servicio de catequistas como testigos:

1. En el diálogo entre Dios y el hombre, Jesucristo es la Palabra definitiva. La fe es respuesta personal a ese Dios que se me revela. Para Él soy único e irrepetible, fruto de su Amor.

2. Como catequista he experimentado en mi vida que el encuentro con Cristo me libera, me salva y me redime. Esto me lleva a transmitir esperanza, optimismo para caminar por el mundo.

3. Ser catequista es ser educador. Esto quiere decir ayudar a forjar la vida según el modelo de Dios, que es Amor. Es imprescindible para con los catequizandos la cercanía del amor.

4. Se necesitan educadores que sepan ser testigos creíbles de aquellas realidades y de aquellos valores sobre los cuales es posible fundar tanto la existencia personal de cada ser humano, como los proyectos compartidos de la vida social.

5. En palabras de Pablo VI: “El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan o si escuchan a los que enseñan, es porque dan testimonio”.

6. No tener miedo: caminar, vivir y educar. Ser intrépidos. Estar disponibles. Tener en cuenta a los destinatarios que tengo delante, sin desfallecimientos ni cansancios. Y en cosas de fe… no dar nada por supuesto.

7. Que el Catecismo se lea en y desde el corazón de la Iglesia, sin prisa, pero sin pausa. El gran peligro que tenemos es la superficialidad.

8. Es el Catecismo de las tres “A“:

     ACOGER: Cordial y religiosamente. Leerlo y profundizarlo

     ASIMILAR: Sacerdotes, Diáconos, padres, catequistas y educadores

    APLICAR: Hacerlo vida en los destinatarios

9. Un Catecismo en el camino de la belleza. La belleza, resplandor de la verdad y fuerza del bien. Un Catecismo con los siguientes objetivos:

  • Profundizar en las verdades de la fe
  • Ayudar a vivir la fe de la Iglesia
  • Posibilitar a los destinatarios que den razón de su fe
10. Jesucristo, Palabra del Padre que se nos manifiesta como Camino, Verdad y Vida, ilumina todos los ámbitos de nuestra existencia. El Catecismo consta de cinco partes:
  • Jesucristo es la LUZ
  • Jesucristo es la PALABRA
  • Jesucristo es la VERDADJesucristo es la VIDA 
  • Jesucristo es el CAMINO