Año Jubilar de la Misericordia

2 de febrero de 2013

"De cómo se va haciendo vida el plan pastoral"

EXPERIENCIAS desde la CATEQUESIS
Plan Pasoral diocesano:
“CELEBREMOS CON GOZO LA PALABRA DE DIOS”
Diócesis de Santiago de Compostela

 
1. Llevábamos hace años pensando en poner en marcha el “Grupo de Acólitos” en la parroquia (lo que antes llamábamos monaguillos). Aprovechando el plan pastoral de este curso “Celebrar con gozo la Palabra de Dios”, por fin nos hemos puesto a ello.
Comenzado: son 7 niños de 9 a 12 años. Nos solemos reunir semanalmente; dos tiempos en cada reunión: el primero con algo de teoría litúrgica; el segundo, algo de práctica.  Les entregamos hojas impresas preparadas por nosotros sobre cultura litúrgica, vocabulario litúrgico… Y les iniciamos en la oración durante unos minutos. Es sorprendente su fidelidad y la ilusión con que lo han tomado. Ya soñamos con una excursión al final del curso que vamos realizar juntos a Santiago para ver, entre otras cosas, las cubiertas de la catedral.

 2.- La megafonía de la iglesia no era muy buena (más bien todo lo contrario). Habíamos hablado de hacer cambios para mejorarla pero sobre todo el factor económico habría detenido a nuestro párroco. Visto el Plan Pastoral pedimos presupuestos a una casa especializada en megafonías en locales (sobre todo de iglesias). No sólo nos dio presupuestos sino que vino e instaló provisionalmente para que viésemos cómo podía quedar y desde ahí tomásemos una decisión si nos convenía o no. Aceptamos. La diferencia ahora es notoria, para mejor, claro. No se puede proclamar bien la Palabra si no se empieza por oírla bien y por tanto poder escucharla (escuchar es oír pero con atención). Una buena (óptima) megafonía es importante. La misa celebrada con los niños, la misa que llaman de la catrequesis, también lo ha agradecido.
 3.- En la Asamblea Diocesana de inició de curso se habló de la importancia de formar en la parroquia el “Grupo de Lectores”. Algunos de los catequistas reunidos nos propusimos hacer este regalo a la parroquia, a la Palabra de Jesús. Nos hicimos con un folleto que nos hablaba de qué es y cómo debe ser y hacer el “Grupo de Lectores” en una parroquia; desde él comenzamos a caminar. También nos hicimos con un folletito muy sencillo y claro de qué es y cómo ha de hacer un lector litúrgico, un proclamador de la Palabra. Nos va bien pero le damos tiempo para que la experiencia nos vaya diciendo cómo hacer para ir afianzándolo y ampliándolo…
4.- Lo habíamos comentado alguna vez entre los catequistas: es difícil celebrar con gozo la Palabra con mala y poca luz; con la iglesia llena de polvo y sucia, descuidada, sin un detalle de buen gusto (flores etc)… Así que hablamos con alguna persona y les invitamos a formar el grupo en la parroquia que llamamos “Orden y belleza” (¡¿!?). Pero antes hablamos con el párroco; hacía falta economía para el asunto. Nos recibió con gusto y nos dijo que aplaudía la iniciativa (¡Pues solo faltaba!). Le pusimos una condición: tenía él que colaborar para que hubiese algún hombre, o sea que fuese un grupo de trabajo mixto, y que tenía que haber un presupuesto económico fijo parroquial para este fin. El hecho es que en este momento las cosas han cambiado y se nota  (ah, hasta ha mejorado la calefacción). Todas las semanas tomamos juntos un café y pensamos creativamente cómo podemos hacer más acogedor y alegre el lugar donde queremos “celebrar con alegría” la Palabra de Dios. Hasta alguna de nosotras ha hecho un curso de floristería de cómo adornar espacios bellamente. Las grandes barridas y fregadas las hace una empresa que hemos contratado a “precio módico”.
Pues nada: contentos la cafetería, la floristería etc. Todos contentos. Hubo que cambiar algunos bancos, otros pintarlos, comprar unos paragüeros artísticos… Y cuando haya dinero se harán unas rampas para favorecer el acceso a mamás con carritos o a personas con problemas para subir escaleras. ¡Vamos, que estamos disparados! (a ver si dura, nos decimos).

 5.- Pues, ¿cómo íbamos a “celebrar con alegría la Palabra de Dios” si resulta que cantar, cantar… lo hacíamos dos y medio… y a veces un cuarto de otro? Y eso que en la parroquia algunos niños-jóvenes estudiaban solfeo, tocan la guitarra…
Había que promocionar en la parroquia el canto y la música. Y darle otro aire a las celebraciones, empezando por la “misa con niños” de la catequesis. Así que  dos catequistas amigas que en otro tiempo algo de guitarra sabíamos (y el que tuvo retuvo), dijimos que íbamos a poner algo de nuestro tiempo a servir a Jesús en la Palabra animándonos a aprender cantos, ver de acompañarlos con la guitarra (curioso, han aparecido a colaborar otros guitarristas que ni sabíamos que existían… y hasta una persona mayor que sabía tocar el armonio). Hemos comenzado por la misa de la catequesis pero tenemos ya planes: hay que lograr que se cante en todas las misas o al menos en las más concurridas (aquí también han aparecido personas mayores (no mucho: son de juventud acumulada), recién jubiladas, que saben música o que de jóvenes animaron cantos y dicen que van a colaborar. Ya se habla (soñar no cuesta nada aunque es verdad que para hacer algo hay que soñarlo antes) de imprimir un cancionero parroquial o comprar alguno popular ya editado, y hasta alguno habla de formar un coro (¿¡!?), de llamar a Don José Luis (el Vicario) para que nos dé un cursillo de “canto y música en la liturgia” (lo haríamos juntos los del arciprestazgo).
¡Vamos, que esto promete! Ya os contaremos.

6.- No se puede “celebrar con gozo” la Palabra de Dios si no se educa en el amor y aprecio a la Palabra. Desde comienzo del curso me he hecho con una Biblia, sencilla pero bonita. La pongo sobre un precioso paño al inicio de la catequesis en medio del grupo después de darle un beso: animo a que lo hagan también los niños (al principio les motivé el por qué lo hacíamos). Intento que en toda sesión de catequesis usarla y darle la importancia que tiene como centro de la catequesis. Les he enseñado el estribillo de tres cantos: “Tú Palabra me da vida”, y la otra “Lámpara es tu Palabra para mis pasos”, o aquella de “¡Qué bonitas con tus palabras, qué bonitas son…!”
 7.-  “Sí, conocemos el Plan Pastora porque fuimos a Santiago, porque nos ha sido presentado en el curso de formación de agentes de Pastoral y porque nuestros sacerdotes lo han presentado en los distintos grupos que formamos el organigrama de la Parroquia. En todas estas sesiones se analizó el material y se hizo entrega del mismo a todos los participantes.
En la catequesis dedicamos varias semanas a explicar a los niños el significado y mensaje del Año de la Fe y trabajamos el Credo explicando cada una de sus partes para que lo memoricen comprendiéndolo y no rutinariamente.
A través de los 640 niños de catequesis hicimos llegar a las familias los dos trípticos en distintas semanas aconsejándoles que lo leyesen y valorasen en familia.

Notas:
1.    San Juan Bosco decía que a veces lo mejor es enemigo de lo bueno. Hay que tender a realizar lo mejor pero si en lo concreto de la propia realidad sólo se puede hacer lo bueno pues ¡bueno! Hacerlo y felices. Hacer lo que se pueda; no más… tampoco menos. Apreciar lo que suma.

2.    Algunas de estas experiencias están resumidas, en otros casos hemos sintetizado varias en una, o hemos eliminado asuntos que a nuestro parecer no venían mucho al caso (excusad)… Se trataba de no sobreabundar por el peligro de ser excesivamente largos, repetitivos o farragosos. 


Damos las más encarecidas gracias a los que nos han escrito dando contestación a las preguntas que os hacíamos en los últimos envíos sobre la marcha del Plan Pastoral. Es importante evaluar las cosas programadas al principio de curso… estamos en un buen momento para hacer la primera evaluación y para poder realizar todavía muchas cosas interesantes.