Escuela de catequistas de Larín

Seguidamente dialogamos sobre el Sínodo, sobre la convocatoria por parte de nuestro Arzobispo y la invitación que nos hace a participar activamente en él y a sentirnos corresponsables de la vida diocesana. Igualmente nos hicimos conscientes de la importancia que este acontecimiento representa y las actitudes que debemos despertar en nosotros: escucha, fidelidad, participación,…
A continuación los catequistas hicimos entrega a D. Jacinto Collazo de un pequeño obsequio como agradecimiento por los desvelos e ilusión con que cuida a sus catequistas. Y en línea con esta esmerada atención nos invitó a compartir la cena en el restaurante cercano a su parroquia de Monteagudo.
Antes del momento de fraternidad en torno a la mesa, visitamos el templo parroquial, admiramos su bellísima arquitectura románica (con un ábside espectacular) y contemplamos las delicadas imágenes de Santo Tomás, la Virgen de la Estrella, Santa Lucía, San Antonio,… y apreciamos los planes que tiene para restaurar el Sagrario y parte del templo.
Después de la cena nos despedimos con un deseo común: volver a encontrarnos el próximo año.