Año Jubilar de la Misericordia

24 de octubre de 2013

Inicio de curso en A Coruña

La catequesis de A Coruña en estado de misión: a la búsqueda de la nueva catequesis y sus nuevos catequistas

En la tarde-noche de ayer, miércoles, se reunían en el Hogar de Santa Margarita un centenar de catequistas de las diversas parroquias de A Coruña y alrededores para celebrar juntos el comienzo del año catequístico 2013-14.

En un tono festivo y alegre, y entre cantos, se iniciaba el encuentro con la recitación de la oración del catequista. A continuación, D. Luis Otero Outes, Vicario de Enseñanza de la Diócesis, expuso las tres “grandes tareas pastorales” del recientemente iniciado año pastoral 2013-14: las definidas por el “Plan Pastoral”, cuyo lema es “Por sus frutos los conoceréis”, y el cual había sido presentado en la Asamblea Diocesana del pasado cinco de octubre; el Sínodo Diocesano y, finalmente, la educación de la fe, en la que centraría todo el resto de su intervención. Para ello abordó y presentó el documento de la Conferencia Episcopal Española, Orientaciones pastorales para la coordinación de la familia, la parroquia y la escuela en la transmisión de la fe (25 de febrero de 2013). Concluía su intervención indicando los objetivos catequéticos generales para este año, y animando a todos los catequistas asistentes a participar y comprometerse en nuestro Sínodo diocesano.


En un segundo momento, D. Manuel Domínguez Patiño, párroco de Culleredo, mi párroco, me presentaba a todos los catequistas. Muy acertadamente subrayó la importancia que tuvo la educación en la fe, a través de la catequesis, para la maduración de mi opción vocacional. Por mi parte, quise compartir con los asistentes el reto de asumir juntos la renovación de la catequesis y sus catequistas, tal y como nos invita el Sínodo Diocesano con su lema: “Renovarnos desde Cristo, caminando en comunión”. En efecto, los tiempos han cambiado y esto nos está pidiendo un nuevo modo o “paradigma” de “hacer” catequesis y de “ser” catequistas; y el Sínodo se convierte en un instrumento o cauce idóneo para esta renovación.
Se trata ésta, en realidad, de una misión o, más bien, de la misión de la catequesis en los próximos años. Y esto por dos motivos: primero, porque la catequesis ha de ser misionera, debido a la situación de misión y nueva evangelización en la que nos encontramos en nuestra Diócesis; y, en segundo lugar, porque la redefinición misionera de la catequesis constituye la principal de las misiones o tareas que la catequesis debe afrontar en el futuro inmediato. Por eso, elementos como el primer anuncio, la caridad y el trabajo en red han de ser algunas de las características y elementos de nuestras catequesis.  

Concluíamos nuestro encuentro con una hermosa oración, centrada en el rito de la luz y la bendición y el envío de los catequistas por parte de todos los párrocos y sacerdotes asistentes. Ahora seréis vosotros, catequistas, los que llevéis a todos la luz de la fe y el aroma de las buenas obras, representadas en las velas con diversas fragancias, que se repartieron al final de la oración, y encendidas a partir del gran cirio pascual que nos presidía y que es Cristo mismo. A todos: ¡Buen año catequístico!
Miguel López Varela 
Director del Secretariado de Catequesis