Este es el título aproximado de una obra de José Luís Martín Descalzo que leí durante mi primer año de estancia en Roma. Su título exacto es “Un cura se confiesa”. En este libro, el sacerdote y periodista toledano cuenta su propia historia vocacional, incluyendo su estancia en Roma, en el Colegio español, en Piazza Navona…
A mi vuelta de Roma, también a mí me ha dado por ser “un cura (que) se confiesa”. Y la verdad es que después de haberme HECHO PRESENTE y de PRESENTARME en las Jornadas Sacerdotales que, como todos los años a esta altura del año tienen lugar en nuestra Diócesis y que concluían ayer miércoles con las de Bayo, como podéis ver en las fotos; y, por otro lado, después de haberme encontrado con algunos de los muchos catequistas de nuestra Diócesis a través de los primeros encuentros de Inicio de Curso (Carballo, Cambados, A Coruña, Ribeira, Padrón, Muros), CONFIESO que he quedado gratamente sorprendido del esfuerzo evangelizador que a través de las catequesis se realizan en nuestras parroquias; del entusiasmo y esperanza con la que se afronta, un año más y a pesar de todas las dificultades, la hermosa tarea de la catequesis; de las ganas de aprender como catequistas; de la implicación de los sacerdotes; de la cantidad de experiencias y propuestas catequísticas que están ya en marcha.
Ante nosotros se PRESENTA, sin caer en la ingenuidad, un panorama apasionante y esperanzador. Estoy seguro, como he compartido con todos vosotros, que el Sínodo Diocesano nos ayudará a canalizar esperanzas y sueños, realidades y proyectos, para poder reconstruir nuevamente los modelos de catequesis y la figura de catequista más adecuados a la nueva situación Diocesana.
A mi vuelta de Roma, también a mí me ha dado por ser “un cura (que) se confiesa”. Y la verdad es que después de haberme HECHO PRESENTE y de PRESENTARME en las Jornadas Sacerdotales que, como todos los años a esta altura del año tienen lugar en nuestra Diócesis y que concluían ayer miércoles con las de Bayo, como podéis ver en las fotos; y, por otro lado, después de haberme encontrado con algunos de los muchos catequistas de nuestra Diócesis a través de los primeros encuentros de Inicio de Curso (Carballo, Cambados, A Coruña, Ribeira, Padrón, Muros), CONFIESO que he quedado gratamente sorprendido del esfuerzo evangelizador que a través de las catequesis se realizan en nuestras parroquias; del entusiasmo y esperanza con la que se afronta, un año más y a pesar de todas las dificultades, la hermosa tarea de la catequesis; de las ganas de aprender como catequistas; de la implicación de los sacerdotes; de la cantidad de experiencias y propuestas catequísticas que están ya en marcha.
Ante nosotros se PRESENTA, sin caer en la ingenuidad, un panorama apasionante y esperanzador. Estoy seguro, como he compartido con todos vosotros, que el Sínodo Diocesano nos ayudará a canalizar esperanzas y sueños, realidades y proyectos, para poder reconstruir nuevamente los modelos de catequesis y la figura de catequista más adecuados a la nueva situación Diocesana.
A todos: un cordial saludo y mi enhorabuena.
Miguel López Varela
Director del Secretariado de Catequesis
Director del Secretariado de Catequesis
