Domingo 32 del Tiempo Ordinario -Ciclo C-
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ACOGIDAHermanos y hermanas: Hemos comenzado este mes de noviembre celebrando a los Santos y recordando a nuestros hermanos difuntos. En este domingo 32 del tiempo ordinario, de nuevo, las lecturas de la Palabra de Dios nos invitan a mirar más allá de nuestra vida en este mundo y reafirmar la esperanza en la vida eterna. Celebrar la eucaristía es unirnos a Cristo muerto y resucitado. Es comenzar a vivir ya ahora la vida plena que él ya posee y que nos ofrece a nosotros. Unidos a Jesús resucitado, proclamándonos seguidores del Dios de Vivos, comenzamos nuestra celebración.
PERDÓN
Llamados a la vida plena, nos conformamos con "ir tirando", con hacer lo mínimo. Pidamos perdón:
Tú, que eres la esperanza y la vida para cuantos confían en Ti. Señor, ten piedad.
Tú, que nos llamas a respetar la vida y a eliminar lo que la dificulta. Cristo, ten piedad.
Tú, que eres Vida en plenitud para cuantos se fían de tu amor. Señor, ten piedad.
Dios de la Vida, perdona nuestras limitaciones y pecados y llévanos a disfrutar un día de la plenitud de la vida eterna.
PETICIONES
Ya que somos hijos del Dios del Amor y de la Vida, hijos de un Padre que nos cuida y nos sostiene; con toda confianza, le decimos:
-¡Danos tu Vida, Señor!
1.- Por la Iglesia: para que defienda la vida, el respeto y la dignidad de las personas. Oremos.
2.- Por todos los fallecidos: para que alcancen la plenitud de la vida junto a Dios, disfrutando del Señor para siempre. Oremos.
3.- Por nuestra comunidad: para celebre al Dios de la vida y se comprometa a alentar la vida en todas sus manifestaciones. Oremos.
4.- Por los cristianos: para que vivamos seguros de que al final de nuestras vidas nos espera la felicidad, el amor, el abrazo tierno de Dios. Oremos.
5.- Por todos nosotros: para que no nos olvidemos de construir el más allá viviendo para Dios y como verdaderos hermanos. Oremos.
6.- Por los que nos reunimos cada domingo: para que toda la semana repartamos alegría, esperanza, ánimo, porque seguimos al Dios de la vida. Oremos.
Señor de la vida, ayúdanos a vivir en la tierra como ciudadanos del cielo para que un día participemos contigo del banquete de tu Reino, con todos nuestros seres queridos que ya nos dejaron.
OFRENDAS
1. UNAS ALAS: Jesús, al ofrecerte estas alas, quereos expresar nuestro esfuerzo por desarrollar, día a día, la fe, la entrega, la confianza en ti, que nos lleven de esta vida a tu casa del cielo.
2. UNA PLANTA QUE BROTA: Gracias, Señor, por ser el Dios de la vida, Dios de vivos. Impulsa en nosotros y en nuestro mundo todo lo que hay de alegría, de encuentro, de amistad y renovación.
3. EL PAN Y EL VINO: El que come el pan y el vino de Jesús tendrá vida eterna, no morirá jamás. Que los que participamos en la eucaristía encontremos en ella la fuerza para luchar contra todo lo que es muerte y destrucción en nuestro mundo, hasta que lleguemos al encuentro del Dios de la vida.
VÍDEOS O PRESENTACIONES PARA ESTE DOMINGO: Zaqueo
http://www.youtube.com/watch?v=4anKom6DAgA (Película)
http://www.youtube.com/watch?v=q1M3Pp1bfJs (Película con canción: “Dios de vivos”)
http://www.youtube.com/watch?v=s2HaZDiVB3c (Película)
http://www.quierover.org/portal/ (Coantágiate, vídeo reflexión)
http://www.benedictinescat.com/Montserrat/indexceramcast.html (En Eucaristía, lecturas y comentarios)
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ORACIÓNSí, yo nunca creeré en:
el Dios que ame el dolor.
el Dios que ponga luz roja a las alegrías humanas,
el Dios que se hace temer...,
porque Tú eres un Dios de vida y no de muerte.
Sí, yo nunca creeré en:
el Dios árbitro que juzga con el reglamento en la mano,
el Dios que manda al infierno...,
porque Tú eres un Dios de vida y no de muerte.
Sí, yo nunca creeré en:
el Dios que adoran los que son capaces de condenar a un hombre,
el Dios que condena la sexualidad,
el Dios que cree discípulos desertores de las tareas del mundo...,
porque Tú eres un Dios de vida y no de muerte.
Sí, yo nunca creeré en:
el Dios que ponga la ley por encima de la conciencia,
el Dios que no saliera al encuentro de quien le ha abandonado,
el Dios incapaz de hacer nuevas todas las cosas...
porque Tú eres un Dios de vida y no de muerte.
Juan Arias