- para ti, sacerdote, para que la puedas emplear en la homilía de la misa con los Niños este primer domingo de adviento;
- y también para ti, catequista, para que la puedas usar en la sesión de catequesis.
El dibujante Fano ofrece esta actividad para vivir el Adviento. Bajo el lema "Adviento, buscando una estrella", nos invita a:
- «buscar este Adviento, no la estrella de Oriente, sino una estrella que nos oriente y dé sentido a nuestra vida. Caminemos juntos buscando esa estrella».
Para la homilia o la catequesis:
- Cada vez que en la semana cumplas uno de los mensajes que se proponen en cada domingo de Adviento, pordrás APUNTARTE UNA ESTRELLA.
- Te la podrás apuntar, realizando la actividad tal y como nos lo indica Fano (abajo encontrarás las láminas en color y en b/n para ir haciéndolo), o con otros gestos similares: pegando estrellas-pegatina, ...
- Tiempo de despertar: no te duermas, espabila, levántate, ponte en marcha, vanga vamos, la estrella está cerca.
¡FELIZ CAMINO DE ADVIENTO BUSCANDO TU ESTRELLA!
I Domingo de Adviento
29 de noviembreLevántate
Evangelio (Lucas 21,25-28. 34-36)
"En
aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la
luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes,
enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán
sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al
mundo, pues los astros se tambalearán. Entonces verán al Hijo del
hombre venir en una nube, con gran poder y majestad. Cuando empiece a
suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.
Tened cuidado: no se os embote la mente con el vicio, la bebida y los
agobios de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque
caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra. Estad
siempre despiertos, pidiendo fuerza para escapar de todo lo que está por
venir y manteneros en pie ante el Hijo del hombre".
Tema de fondo de este I Domingo
Tiempo de despertar, no te duermas, espabila, levántate, ponte en marcha, vanga vamos, la estrella está cerca.
Reflexión
Los discursos apocalípticos
recogidos en los evangelios reflejan los miedos y la incertidumbre de
aquellas primeras comunidades cristianas, frágiles y vulnerables, que
vivían en medio del vasto Imperio romano, entre conflictos y
persecuciones, con un futuro incierto, sin saber cuándo llegaría Jesús,
su amado Señor.
También las exhortaciones de esos discursos
representan, en buena parte, las exhortaciones que se hacían unos a
otros, aquellos cristianos, recordando el mensaje de Jesús. Esa llamada a vivir despiertos cuidando la oración y la confianza es un rasgo original y característico de su Evangelio y de su oración.
Por eso, las palabras que escuchamos hoy, después de muchos siglos, no están dirigidas a otros destinatarios. Son llamadas que hemos de escuchar los que vivimos ahora en la Iglesia de Jesús, en medio de las dificultades e incertidumbres de estos tiempos.
La Iglesia actual marcha a veces como una anciana «encorvada» por el peso de los siglos, las luchas y trabajos del pasado. «Con la cabeza baja», consciente de sus errores y pecados, sin poder mostrar con orgullo la gloria y el poder de otros tiempos.Es el momento de escuchar la llamada que Jesús nos hace a todos.
«Levantaos»,
animaos unos a otros. «Alzad la cabeza» con confianza. No miréis al
futuro solo desde vuestros cálculos y previsiones. «Se acerca vuestra
liberación». Un día ya no viviréis encorvados, oprimidos ni tentados por
el desaliento. Jesucristo es vuestro Liberador.
Pero hay maneras de vivir que impiden a muchos caminar con la cabeza levantada confiando en esa liberación definitiva.
Por eso, «tened cuidado de que no se os embote la mente». No os
acostumbréis a vivir con un corazón insensible y endurecido, buscando
llenar vuestra vida de bienestar y placer, de espaldas al Padre del
Cielo y a sus hijos que sufren en la tierra. Ese estilo de vida os hará
cada vez menos humanos.
«Estad siempre despiertos».
- Despertad la fe en vuestras comunidades
- Despertad la fe en vuestras comunidades
- Estad más atentos a mi Evangelio
- Cuidad mejor mi presencia en medio de vosotros. No seáis comunidades dormidas. Vivid «pidiendo fuerza».
- ¿Cómo seguiremos los pasos de Jesús si el Padre no nos sostiene?
- ¿Cómo podremos «mantenernos en pie ante el Hijo del Hombre»?