Año Jubilar de la Misericordia

8 de diciembre de 2015

Las Obras de Misericordia

 “Ayudando a Jesús a  manifestar  el rostro misericordioso del Padre”


En este año de la Misericordia, dedicaremos una sección  a profundizar las obras de misericordia, tanto las conocidas tradicionalmente como aquellas otras que podemos realizar abriendo el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, como dice el Papa Francisco.

Iremos conociendo y profundizando una a una, iniciando por una introducción y   por las obras de misericordia ya conocidas.

En cada una de ellas te daremos pistas para trabajarlas con los niños y algunas sugerencias para la puesta en práctica en la vida ordinaria.



Primera catequesis


1.               Las obras de misericordia

Las obras de misericordia son acciones realizadas con amor  mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf Is 58, 6-7: Hb 13, 3).


Si partimos de la definición etimológica de misericordia que es la unión de dos términos latinos miserere (que significa tener piedad) y cor, cordis (corazón)

Por lo tanto las obras de misericordia, tienen que ver con el corazón del hombre y con su capacidad de amar sobre todo de quien se encuentra necesitado.

Las obras de misericordia son 14 y se dividen en 7 Espirituales y 7 Corporales.


7 Obras de Misericordia Corporales

Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25, 31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4,5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna: es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cf Mt 6, 2-4).

Las 7 Obras de Misericordia Espirituales

Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras de misericordia espirituales, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia.

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