Año Jubilar de la Misericordia

17 de abril de 2012

Experiencias viviendo la Palabra

«Vosotros ya estáis limpios, gracias al mensaje que os he comunicado» (Jn 15, 3)
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Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la palabra de febrero: "Convertíos y creed en la Buena Noticia" y la de marzo: "…Señor, ¿a quién iremos? Sólo tus palabras dan vida eterna…" y la de este mes.

* “Buenas tardes: ya he tomado la decisión de escribir mi conversión. Me cuesta trabajo hacerlo, más que nada porque no encuentro las palabras adecuadas y a la vez no quiero dejar nada sin decir.
Voy a pedirle al Señor que sea ÉL quien ponga las palabras en mi boca y guíe mi mano…
Creo que por esas fechas, enero del 98, la PdV debería haber sido sin duda “Convertíos y Creed en el Evangelio”, porque eso fue lo que me sucedió.
Provengo de una familia comunista, nunca había profesado la Fe Cristiana ni de otra religión; sin formación religiosa alguna, sin conocimientos; solo conocía al Jesús histórico y nada más. Pero como las cosas son de Dios, además de Bióloga, resulta que trabajando yo en un sitio importante, me tocaba ayudar a mis compañeros en la seguridad de personalidades que visitaban nuestro país. Como es lógico, me tocó trabajar ese enero del 98: venía el Papa Juan Pablo II, iba a estar 5 días, cinco días que (a pesar de la persecución religiosa) mi país se iba a estremecer, (pero nunca me pasó por la cabeza que yo estuviera dentro de esos millones de personas amantes de Dios y ansiosos de su Palabra, que el estremecimiento me iba a llegar a mí también). Para mí, eso era un trabajo habitual, normal, como el que sabe que tiene que hacer una función y simplemente debe hacerla bien.

Recuerdo... Era de noche, el Papa, si no recuerdo bien, había estado reunido con algunas personas del gobierno, se disponía a volver a la residencia de descanso que se le había destinado cerca del lugar del encuentro y yo estaba en una de esas calles, donde estaba destinada; no había público, era casi una zona estratégica, con lo cual sólo estábamos unos pocos (digo esto porque realmente me vi sola, pero tenía compañeros cercanos a mi sitio) y el Papa pasó: iba el papamóvil a paso lento, muy lento, estaba iluminada la calle y también el papamóvil, con lo cual podíamos vernos las caras sin problemas, me quedé como petrificada; él me miraba fijamente y observé que iba rezando el Rosario; yo no hice nada, sólo lo miraba e incluso cuando pasó de largo, me quedé observándolo por detrás, hasta que alguien me dijo: "ya te puedes ir". Me encontraba como en una nube, flotando, fue una sensación increíble. Me pasé el resto de los días aparentando que no pasaba nada dentro de mí: cumplía, iba a las reuniones, pero me daba cuenta que en cuanto hacían un comentario contra el Papa (que si hablaba mucho, por ejemplo), aquello no me gustaba para nada, pero no lo demostraba; yo callada, calladita, sin decir nada. Llegó el domingo y lo primero que hice fue ir a la iglesia que está frente a casa, (está de más decir que nunca había puesto los pies en ella) y entré: estaba como asustada, me senté en la última fila del último banco, en la esquinita y miraba con los ojos muy abiertos, como una niña... Veía a la gente cómo se arrodillaban y hacían la señal de la cruz, otros se paraban frente al altar de la Virgen y rezaban y hasta lloraban y yo sólo observaba; estuve allí casi 30 minutos, tal vez menos, pero cuando salí, veía otro sol, las mismas gentes eran otras gentes, todo estaba cambiado, como si brillara; me sentía tranquila, como con paz y me dije: "el domingo que viene, repito y trataré de oír una Misa". Y poco a poco, pasito a pasito, fui queriendo a Dios y tratando de conocerlo, con tremendas ganas de saber quién es ÉL, de oír su Palabra.

Bueno, paro aquí, en realidad la historia continúa, pero sólo quería exponer como fue que me convertí…

* “...Últimamente siento de modo especial el amor de Dios, se ve que saca un clavo con otro clavo... Así pues, cada día cuando me pongo mi preciosa "armadura" (el corsé ortopédico), ésta me recuerda que me tengo que "vestir de la Palabra" y cuando me molesta es una ocasión de decir "por Ti" y amar más y sacar partido a esta pequeña "discapacidad" física y que me ayuda a estar más "capacitada" para amar más y hacer de este obstáculo un trampolín de lanzamiento.

También he descubierto el "juego" de Jesús, cuando el médico me dijo que me tendría que operar a corto o medio plazo...: fue como una losa que me cayó encima.... vivir con "la espada de Damocles"; pero todo forma parte del amor de Dios, así me obliga a estar en el presente, libre para amar y prepararme para lo que Él quiera de mí y vivir por toda la Obra de María...

* “…quiero compartir contigo y con todos unos párrafos de "El Rosario meditado con Igino Giordani": me ha gustado mucho. Ahora estoy rezando el Rosario todos los días a la misma hora si puedo, meditándolo, leyendo despacio, saboreando cada misterio.
Misterio doloroso: "En la Iglesia estás en tu sitio si eres María, es decir, dispuesto a desaparecer en la sombra, a pasar quizás de un lugar de mando al último lugar de servicio: si ante la autoridad eres la obediencia, ante la fama el desconocido, ante la luz la sombra, frente a la palabra el silencio, frente al Todo la nada, a los pies del Altísimo el más pequeño".
Para mí, más hermoso no puede ser…

* “ …Dios es un artífice de grandes maravillas; como un prestidigitador que a través de tonterías, de los sombreros más viejos e inservibles sin nada que ofrecer, saca maravillosos conejos vivitos y coleando.

El Buen Dios ha querido utilizarme en el camino de conversión de una persona: un ser maravilloso, lleno de bondad; un alma limpia y bonita, alegre donde las haya y llena de vitalidad. En su cara siempre una sonrisa, amplia y generosa a pesar de sus muchos problemas... ¡gordos! Y me ha hecho ver que, cuando en el fondo de mi alma yo me sentía orgullosa de ser ese instrumento y de que "gracias a mí" ella se iba acercando más y más a Dios, (hasta recibir incluso la confirmación), la que recibe, la que aprende, la que se llena soy yo; la que tiene que dar las gracias soy yo, que me la ha puesto a ella en el camino, para enseñarme Sus caminos, para que sea humilde y no orgullosa, para que sepa ser agradecida de haberlo conocido desde chiquitita y no haberlo perdido jamás y para que reconozca en ella el rostro de Cristo que me dice: "… pero ¿quién es bueno, sabio, justo y veraz sino solo Dios?"

De todo se vale El Señor para enseñarnos sus caminos y ahora sólo puedo darle las gracias porque ha puesto a esta persona en el mío para que ella, que está catequizándose, sea la que me catequice a mí. A pesar de sus problemas, sonríe...: "Dios no me va a dejar sola, ¿verdad?". -"¡¡Verdad!!", le digo. Tiene un calvario que lleva con admirable resignación…

* “…sabes, es muy bueno, cuando después de compartir tantas lágrimas, comienzas a repartir alegrías.
Mi proceso físico es lento, pero mi proceso interior va "viento en popa". Difícil de explicar, fácil de sentir. El Amor que Dios da es infinitamente mayor de lo que nunca yo podré alcanzar... Esta mañanita he podido ir por primera vez a misa desde mi intervención; una amiga se ha podido acercar y han sido unos momentos vividos en comunión.
Es tal la confianza puesta en Dios que ahora estoy viviendo, que no puedo por menos que compartirla y renovar este mail cargadito de ALEGRÍA Y CARIÑO.