Año Jubilar de la Misericordia

28 de agosto de 2012

Música de Dios



Aprendiendo a confiar (en las manos de Dios)

Quizá las actitud más importante, la única realmente importante para la vida de fe sea la confianza en Dios. Sin que casi nos demos cuenta, vivimos en una verdadera cultura del miedo: miedo a la situación económica, miedo a la precariedad laboral, miedo a unos mercados impersonales que deciden la sanidad y la vida de millones de personas en el Tercer y Cuarto mundo... Miedo también a profesar nuestra fe, miedo a ser rechazados por la tendencia dominante, ... y lo que es peor: miedo a equivocarnos al intentar vivir los ideales del Reino que nos propuso Jesús.
 
"Por el miedo a equivocarnos" -como dice Maldita Nerea - es precisamente por lo que dejamos de amar, dejamos de arriesgar, dejamos de hacer todo lo que es justo y grande en nuestras vidas... Cuando te quedes paralizado, sin luchar por aquello a lo que te sientes llamado por miedo al fracaso, estarás realmente fracasando.
 
Frente a esto, la oración puede ayudarnos a poner toda nuestra confianza en Dios; en el Dios que nos crea, nos llama y nos acompaña. Ahora más que nunca debemos interiorizar que "el Señor completará la obra de sus manos" (Sal 138) es decir, nuestra vida y nuestra vocación. El peor error sería no ponernos en camino, por miedo al camino.
 
Por el miedo a equivocarnos
 

 
En las manos de Dios