Año Jubilar de la Misericordia

19 de enero de 2013

Experiencias viviendo la Palabra

«A cuantos lo recibieron, les dio poder de ser hijos de Dios» (Jn 1, 12)

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Alguna de vuestras EXPERIENCIAS viviendo la Palabra de Vida de diciembre: "…les dio poder de ser hijos de Dios" 


* “…la verdad es que cosas tan cotidianas como hacer las comidas, servir la mesa, se pueden convertir, especialmente en estos días de Navidad, en ocasiones importantes para amar...

* “Recuerdo que cuando me empezaste a mandarme la PdV trabajaba en otra empresa, que cerró a comienzos de 2011 y de la que yo me marché (con una mano delante y otra detrás, sin un duro de indemnización tras trece años), resuelto a reiniciar la aventura profesional por mi cuenta. Se trataba entonces de aprovechar el mercado y los clientes que dejaba vacantes aquella empresa y tratar de ofrecerles el mismo servicio, pero bajo un nombre nuevo. No era cosa de quedarse esperando el subsidio de desempleo con cuatro hijos que vacían la cuenta bancaria con facilidad pasmosa.
         Me propuse en aquel momento decir "gracias a Dios" cada vez que hablara de cómo nos iban las cosas, cada vez que recapitulara sobre nuestros logros, cada vez que lanzara un nuevo proyecto o que consiguiera un nuevo cliente. Y si las cosas hubieran ido mal, también habría dado gracias a Dios porque no nos hubieran ido peor.
         Hoy, dos años después, puedo decir que tengo una empresa saneada, que en los difíciles tiempos que corren mantenemos buenas expectativas, que tenemos buen crédito en el mercado y que ya somos doce (y ando buscando otro) los que nos ganamos el sueldo aquí. Y todo ello gracias a Dios.

* “…quiero compartir en esta entrada de año una pequeña y sencilla vivencia que en estos días he tenido.
Todos sabemos que la entrega a los demás enriquece más que cualquier cosa, todos hemos tenidos momentos de esos que enriquecen el alma, ¿verdad? Al darnos, recibimos mucho más y en estos días yo he podido vivir esto con un añadido; mi salud es delicada y en días atrás tuve un pequeño contratiempo, debilitándome más aún no sólo física, sino también emocionalmente.
Es verdad que con el tiempo voy afrontando mejor estas pequeñas recaídas, pero, siendo sincera, hay momentos que me cuesta remontar.
Sin embargo, el domingo ya teníamos hablado que subiría para echar una mano… y gracias a ello viví en mi interior una bonita experiencia de saber aparcar mis cosillas para darme a los demás... No quise quedarme en casa, no quise que mi cosillas me impidiesen vivir un precioso día, no quise lamentarme ni quejarme y eso, amigo mío, me llevó ya en la noche, cuando todo es silencio, a tener un ENCUENTRO precioso con Dios...
Todo lo vivido en este año ha hecho que hoy asuma con total normalidad mi debilidad, he podido pasar toda la tarde aceptando que hoy debía estar en reposo y recordando que en mi debilidad, Dios se hace más fuerte, así que he querido y necesitado bajar para "estar" en la Eucaristía y recibir el Alimento que me dará FUERZA para afrontar este Nuevo Año...
…con el nuevo brote de infección que me salió, tuvieron que darme mucho antibiótico y ello me debió bajar las defensas y, justo cuando íbamos a celebrar el cumple de mi hijito con sus amigos, comencé a encontrarme indispuesta y en cuestión de minutos se complicó todo con diarreas y vómitos. ¡Madre mía!, no te imaginas el mal rato,… ¡me asusté mucho, mucho! … y claro, la debilidad extrema en mi caso, se agudiza; vamos, que ando como un pingo; pero ello no me ha detenido en estos días para SONREÍR y compartir como ya habéis leído…
 

* “… hace unos días, durante una revisión anual, el médico me dijo que no se veía con claridad la ecografía y que podría ser un tumor: tenían que hacerme un ultrasonido.
Anteayer, el ultrasonido no resolvía las dudas: tanto mi médico como el radiólogo me dijeron, con gran delicadeza, que algunas características podrían ser indicativas de cáncer, y sus caras durante el examen no eran en absoluto tranquilizadoras. Habría que hacerme un TAC y me dieron hora para esta mañana.
Estos últimos días, la noticia me ha dejado una gran paz, porque me ayudó a decir "sí" a todo lo que la Voluntad de Dios dispusiera, incluso si se tratara del comienzo del proceso de “dejar la escena de este mundo que pasa”. Le dije: "como Tú quieras, cuando Tú quieras, donde Tú quieras”. También me ayudó a entender que TODO es amor de Dios por mí y por los demás: tanto el no tener un tumor como el tenerlo y empezar de operaciones y tratamientos: ¡todo es amor!
Te confieso que no he pedido al Eterno Padre ni una sola vez que no fuera cáncer. Me venía sólo decir lo que Jesús nos enseñó: "hágase Tu Voluntad"…
Ayer por la noche, en respuesta a una pregunta… (sospechando al verme ir y venir tantas veces de médicos), sin ningún dramatismo, pero tratando de mantener los pies en el suelo, he podido explicarles este concepto: todo es Amor de Dios. Fue un shock, pero ha sido una experiencia fuerte y saludable para todos.
Esta mañana, después de mi hora diaria de caminar, me fui sereno al hospital. Hecho el TAC, vino mi médico (que de nuevo se había desplazado a radiología para las pruebas) y me dijo que el tumor no está. Sí hay otra cosilla que debe ser tratada.
Al regresar, … me estaban esperando y han dicho: "¡gracias a Dios!". Me vino espontaneo decirles: "¡incluso si hubiera sido un tumor, teníamos que agradecer a Dios por Su Amor!". Me dijeron que eso requiere una gran fe.
El tumor no está, pero ha sido una gracia en el sentido de que me ha ayudado a decir "sí" con el alma y un acto de verdadera fe en el Amor de Dios en este "Año de la Fe"…

* “…las cosas con mi familia van mejor. Estoy convencida que la clave está en ponerse en manos de Jesús, abandonarse en Él y decir “hágase Tu voluntad”. De todas formas sigue rezando por nosotros...