San
Gregorio Magno nació en Roma el año 540, de noble familia. Nació en un momento
límite, cuando la caída de Roma se acentuaba y empezaba una nueva época. Es el
último de los grandes Padres de Occidente –junto con San Ambrosio, San Agustín
y San Jerónimo-. Sus obras serían el primer alimento espiritual de la Edad
Media, hasta San Bernardo, Santo Tomás y Santa Teresa de Jesús.
En
el monte Celio estaba el palacio familiar. Allí recibió Gregorio la primera
educación, hondamente cristiana, de parte de sus padres, Gordiano y Silvia.
Ellos y sus tías Társila y Emiliana, están en el catálogo de los santos.
Gregorio
se preparó muy bien en derecho, al que desde Justiniano se daba gran
importancia. Más tarde fue nombrado prefecto de la ciudad. Italia había sido
arrasada por las invasiones de los lombardos, por lo que Roma estaba en ruinas.
En un tiempo en el que desaparecen los cónsules, Gregorio será llamado Cónsul
de Dios.
Por
aquel entonces, fue cuando se encontró con dos benedictinos que procedían de
Montecassino. Éstos habían conocido a San Benito; de sus labios tomó los
relatos llenos de candor que luego recogió en sus deliciosos e ingenuos
Diálogos. ¿Qué camino tomar?, se preguntaba el Santo. Así lo escribía a su
íntimo amigo San Leandro de Sevilla, en tales tonos de cordial amistad que son
difíciles de superar. Por fin se decidió. Convirtió en monasterio su palacio
del monte Celio y empezó allí su vida monacal.
Estudió
intensamente la Sagrada Escritura y la vida de los monjes de Occidente. Se
distinguió por su austeridad de vida y por la intensidad de su oración. Por eso
es llamado doctor de la contemplación, pues fue modelo en ascética y en
mística.
Benedicto
I lo envió como nuncio a Constantinopla, donde pasó ocho años. De vuelta en
Roma, el desbordamiento del Tíber produjo muchas calamidades: hambre y peste
sobre todo. Una de las víctimas de la peste fue Pelagio II. Reunidos el clero,
el senado y el pueblo, eligieron Papa al diácono Gregorio. Le costó mucho dejar
su soledad, pero aceptó.
Era
el primer Papa monje, estilo que introdujo en la espiritualidad y liturgia de
su pontificado. Publicó “la Regla Pastoral”, que fue el código de los obispos
durante la Edad Media.
Una
de sus grandes obras fue la conversión de Inglaterra, por el envio de monjes,
capitaneados por Agustín de Cantorbery.
Renovó
el culto y la liturgia con el famoso “Sacramentario”. Dio al pontificado un
gran prestigio, como San León Magno. Renovó la práctica de las estaciones
cuaresmales en las iglesias romanas, para las que compuso Cuarenta homilías
sobre los Evangelios. Fomentó las buenas obras, la piedad, el culto de las
reliquias, las devociones populares.
A continuación dejamos una serie de enlaces con recursos sobre San Gregorio Magno:
Recursos
Imagen
Imagen 2
Imagen 3
Imagen 4
Imagen 5
Imagen 6
Imagen 7
Imagen 8
Imagen 9
Imagen 10
Dibujo
Dibujo 2
Las nueve oraciones de San Gregorio
Vídeo: Quién fue San Gregorio según el Papa Benedicto XVI
Video sobre san Gregorio
Video sobre san Gregorio 2
Huellas de santidad: San Gregorio Magno
A continuación dejamos una serie de enlaces con recursos sobre San Gregorio Magno:
Recursos
Imagen
Imagen 2
Imagen 3
Imagen 4
Imagen 5
Imagen 6
Imagen 7
Imagen 8
Imagen 9
Imagen 10
Dibujo
Dibujo 2
Las nueve oraciones de San Gregorio
Vídeo: Quién fue San Gregorio según el Papa Benedicto XVI
Video sobre san Gregorio
Video sobre san Gregorio 2
Huellas de santidad: San Gregorio Magno