Año Jubilar de la Misericordia

9 de diciembre de 2015

La magia de la espera

Toda espera tiene su recompensa. Nosotros tenemos la fortuna de encontrarnos por partida doble en esta situación de espera. Por un lado, el gran tiempo en el que nos encontramos, como lo es la de Adviento, y en el que estamos a la espera de que nazca nuestro Enmanuel. Así Dios nos muestra su cariño mandándonos a su hijo; pero, por otro lado, esperamos también la pronta iniciación del Año de la Misericordia, en la que Dios se muestra piadoso con cada uno de sus hijos.
Como podemos comprobar Dios nos da lo mejor de Él, su enorme amor y la vez su infinito perdón. Y, ¿qué es lo que nos pide a cambio? Absolutamente nada. Simplemente que nos preparemos para ello, para todo lo bueno que nos tiene para mandar.

Por eso, al igual que cuando tenemos un gran acontecimiento o fiesta disfrutamos cada momento y queremos que todo este al detalle, con mayor felicidad tenemos que prepararnos para estos dos grandes eventos que estamos a punto de vivir.

Así que cerremos los ojos por un momento y sintamos la magia de la espera de todo lo bueno que pronto nos llegará.