Amigos,
según Jesús, jamás hemos de desesperar por muchas y graves que hayan sido
nuestras negativas a Dios, siempre a Dios, siempre que seamos capaces de
arrepentirnos y cambiar nuestra actitud respecto de él. Al contrario les sucede
a los que se creen buenos, por su vida, sus cumplimientos de la ley, su ascesis
y sus devociones, pensando que, de esta manera, se merecen ya la salvación.
En
la primera lectura, el profeta Ezequiel nos invita también a la conversión,
coincidiendo y explicando la parábola de Jesús. Actitud semejante, por cierto,
a la que nos refleja en el himno que recoge San Pablo en el pasaje que
leeremos, por la lectura continua, de su carta a los Filipenses, sobre
Jesucristo, en el que brilla por encima de todo la humildad.
Amigos,
lejos de nosotros la autosuficiencia, ella es el camino de nuestra perdición. Crezcamos,
por el contrario, en la humildad, que nos lleva a la continua revisión y
conversión.
A continuación dejamos una serie de enlaces con algunos recursos para este domingo XXVI del Tiempo Ordinario.
Dibujos color
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Homilías, comentarios y artículos
Por el P. Clemente González
Comentario de la parábola
Comentario a la parábola
Comentario por Diego Santos
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